Plantas de sombra: nombres, cuidados y consejos para tenerlas bonitas
Cuando era niño, recuerdo que mi mamá siempre tenía rincones llenos de plantas, incluso en partes de la casa donde casi no entraba el sol. Yo pensaba que todas las plantas necesitaban luz directa para sobrevivir, pero ella me enseñó que hay muchísimas plantas de sombra que no solo se adaptan, sino que también crecen preciosas con muy poquita luz. Hoy quiero compartirte todo lo que aprendí con ella, porque si tienes un espacio oscuro en casa y quieres llenarlo de verde, te aseguro que hay plantas perfectas para ti.
Primero que nada, ¿qué es una planta de sombra? Son plantas que en su hábitat natural crecen bajo árboles grandes o en zonas donde la luz solar llega muy filtrada. Por eso, cuando las tienes en casa, prefieren estar lejos de ventanas muy soleadas o en rincones frescos. Algunas necesitan algo de luz indirecta, pero otras de plano son felices en rincones con luz muy bajita. Tenerlas es una excelente opción para interiores, oficinas, o patios donde el sol apenas asoma un rato.
Plantas de sombra de fácil cuidado
Entre las plantas de sombra más fáciles de cuidar está el helecho Boston, que a mi mamá siempre le ha gustado colgar en macetas grandes. Esta planta es súper agradecida si la riegas seguido y le das un lugar fresco. Sus hojas verdes se ven preciosas cayendo como cascadas, y le da vida a cualquier patio o pasillo. Otro clásico que no puede faltar es el pothos, esa plantita de hojas verdes que crece como enredadera. Lo bueno del pothos es que aguanta de todo: poca luz, poca agua, incluso si se te olvida regarlo unos días, ahí sigue firme.
Una planta que mi mamá dice que "hasta le habla bonito" es la calatea. Esta belleza tiene hojas con patrones increíbles, como pintadas a mano. Aunque necesita algo más de humedad, es ideal para interiores donde no da el sol directo. Si quieres una planta que además purifique el aire, la sansevieria, mejor conocida como lengua de suegra, es la indicada. Esta planta es una guerrera: aguanta rincones oscuros, casi no necesita agua y encima mejora la calidad del aire. Es perfecta si quieres una planta bonita y casi sin esfuerzo.
También están las cintas, esas plantitas que seguro has visto en casas de abuelitas, colgadas en canastas o en macetas de barro. Sus hojas largas, verdes y blancas, le dan un toque alegre a cualquier rincón, y además son súper fáciles de reproducir porque sueltan hijitos que puedes plantar en otras macetas. Otro favorito de mi mamá es el espatifilo, o flor de la paz. Esta planta no solo tiene hojas verdes brillantes, también regala unas flores blancas muy elegantes. Lo bonito es que puede vivir en interiores con muy poca luz y sigue floreciendo si le das un riego constante.
Si buscas algo más llamativo, el anturio puede ser una excelente opción. Sus flores rojas o rosas parecen de cera y duran muchísimo tiempo. Solo hay que mantenerlo en un lugar con sombra y darle un poco más de humedad para que esté feliz. Es de esas plantas que parecen sacadas de una revista de decoración, pero que con un poquito de cuidado pueden estar igual de bonitas en casa.
Algo importante que mi mamá siempre me decía es que antes de escoger una planta, hay que observar bien el espacio donde la vas a poner. Si el rincón tiene algo de luz indirecta durante el día, puedes elegir plantas como el espatifilo o la calatea. Pero si el espacio es muy cerrado y oscuro, te conviene optar por pothos, sansevierias o helechos, que son mucho más resistentes a la poca luz. También hay que pensar en el tamaño de la planta; algunas como el anturio crecen bastante, mientras que otras, como las cintas, se adaptan muy bien a macetas pequeñas.
Cuidados básicos de las plantas de sombra
Una duda muy común es: ¿cuáles son los cuidados básicos para una planta de sombra? La mayoría necesita riego moderado, es decir, ni dejar la tierra encharcada ni permitir que se seque completamente. También agradecen estar en lugares frescos, lejos de corrientes de aire muy fuertes. Y aunque no reciban sol directo, sí es importante que tengan algo de luz natural, aunque sea filtrada o rebotada por una pared blanca. Además, si puedes, de vez en cuando límpiales el polvo de las hojas con un trapito húmedo para que respiren mejor y se vean más bonitas.
Un error muy común que yo mismo cometí varias veces es pensar que las plantas de sombra no necesitan nada de luz. Aunque son resistentes, si las dejas completamente a oscuras todo el tiempo, se pueden debilitar o perder color. También es importante no pasarse con el riego. Mi mamá siempre me decía: "El exceso de amor también mata a las plantas", refiriéndose a cuando las regamos de más pensando que así estarán más bonitas. Mejor revisa la tierra; si los primeros dos centímetros se sienten secos, entonces es momento de darles agua.
Decorar con plantas de sombra es una de las mejores maneras de hacer que tu casa se sienta más viva y acogedora. Puedes poner un helecho colgando en un rincón vacío, un pothos trepando por una repisa, o un espatifilo sobre una mesa de centro. Además, cuidar plantas, aunque sean de sombra, tiene un efecto relajante; te conecta con algo más natural en medio de la rutina diaria. Hasta los espacios más tristes y olvidados de la casa pueden transformarse en rincones especiales con la planta adecuada.
Así que ya sabes, si pensabas que solo los balcones soleados podían tener plantas bonitas, ahora ves que no. Hay muchas opciones para llenar de verde hasta el rincón más oscuro de tu casa. Lo único que necesitas es elegir la planta adecuada, darle un poco de cariño, y disfrutar de cómo transforma el espacio. Tal como mi mamá me enseñó, las plantas son vida, incluso en la sombra.
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